Este no es un libro de pensamiento, sino de comprensión. Porque enrealidad es eso. Quienes quieran buscar en sus páginas dialéctica,demostración o controversia, se llevarán una desilusión. Cuando seescribieron las páginas que siguen, no me interesaba el pensamientopropiamente dicho, sino la comprensión. La cual es, como cualquierapuede constatar, absolutamente diferente del «pensamiento». Podemospensar mucho y bien y, no obstante, no entender nada. La diferenciaesencial entre la juventud y la vejez es que la primera practica elpensamiento mientras que a la otra le corresponde la comprensión.