Una pesquisa insólita y un tejido narrativo de múltiples resonanciasculturales y políticas sobre el clímax de la violencia en el mundocontemporáneo: las decapitaciones que realizan los sicarios deltráfico de drogas en México, o los fundamentalistas musulmanes, ambasdifundidas por internet u otros medios, donde el acto de decapitarrepresenta la pérdida de la razón en su sentido más extenso. El autorestudia también los fenómenos de la brujería y los sacrificios humanos vinculados a los traficantes de drogas, el uso de los cuerpos de lasvíctimas con mensajes crueles de gran alcance. Y la emergencia de unculto criminal como el de la Santa Muerte. Una crónica que presentaincluso el testimonio de un sicario y cortador de cabezas, y entrelaza la perspectiva del propio narrador a través de su refinadaalternancia de la crónica, el ensayo y los apuntes autobiográficos.Este libro deja en claro que la materia periodística puede acceder alestatuto de historia contemporánea, y ésta transformarse a su vez enuna práctica literaria de carácter excepcional.