Tuareg cuenta la historia del último de los de su estirpe devalientes, Gacel «el Cazador», un «targuí» capaz de sacrificarlo todopor cumplir las leyes ancestrales de su pueblo, los orgullosos tuaregs que reinan en el desierto del Sáhara. Un suceso del destino cambiarásu vida y le sumergirá en un camino de dificultades y lucha paradefender aquello en lo que cree.Esta novela de aventuras magistral es un canto al final de una era enla que el hombre aún estaba conectado a la naturaleza, y también unacrítica a lo más horroroso de la civilización y a muchos de losdespropósitos que esta conlleva. Una reflexión sublime sobre elsentido de la existencia y lo más importante y maravilloso que lamisma contiene.El desierto es el lugar del silencio donde resuenan los ecos de unomismo, una naturaleza aparentemente suave y frágil que mata a quien no es capaz de escuchar y entender sus ritmos. Gacel es la quintaesencia del héroe dispuesto a sacrificar lo que más ama por sus ideales, pues sin ideales y sin principios la dignidad del hombre desaparece y solo queda el mal. Y el mal siembra el mal.
Tuareg cuenta la historia del último de los de su estirpe devalientes, Gacel «el Cazador», un «targuí» capaz de sacrificarlo todopor cumplir las leyes ancestrales de su pueblo, los orgullosos tuaregs que reinan en el desierto del Sáhara. Un suceso del destino cambiarásu vida y le sumergirá en un camino de dificultades y lucha paradefender aquello en lo que cree.Esta novela de aventuras magistral es un canto al final de una era enla que el hombre aún estaba conectado a la naturaleza, y también unacrítica a lo más horroroso de la civilización y a muchos de losdespropósitos que esta conlleva. Una reflexión sublime sobre elsentido de la existencia y lo más importante y maravilloso que lamisma contiene.El desierto es el lugar del silencio donde resuenan los ecos de unomismo, una naturaleza aparentemente suave y frágil que mata a quien no es capaz de escuchar y entender sus ritmos. Gacel es la quintaesencia del héroe dispuesto a sacrificar lo que más ama por sus ideales, pues sin ideales y sin principios la dignidad del hombre desaparece y solo queda el mal. Y el mal siembra el mal.
