Esta historia comienza el año 146 a.C. cuando los romanos, tras añadir Grecia a sus numerosas provincias, emprendieron su tercera guerracontra Cartago. Los cartagineses se defendieron con uñas y acero peronada pudieron hacer ante el poder imbatible de las legiones comandadas por Escipión Emiliano.
Tras Cartago cayó Numancia, Mario venció a Yugurta y después seenfrentó a la amenaza de los misteriosos pueblos del norte, Pompeyoarrasó las riquezas de Oriente y César conquistó las Galias. Sinembargo, pese a su poderío allende sus fronteras, los romanos estabansumidos en sangrientas luchas internas que sus enemigos no fueroncapaces de aprovechar. Tras cada guerra civil, la República se levantó una y otra vez, siempre aumentando su autoridad, siempre ampliandosus territorios. La última de estas luchas fue un auténtico dueloentre dos titanes, Julio César y Pompeyo el Grande, que sacudió todoel Mediterráneo. Cuando las últimas llamas de aquel conflicto seapagaron, los romanos descubrieron que la República se habíaconvertido en otra cosa: un Imperio. Esta es la amena crónica de losacontecimientos que provocaron la metamorfosis.