Gustave Flaubert (1821-1880) no fue sólo un magistral adelantado de la modernidad, sino que fue también gran contador de historias,prodigioso captador de ambientes y extraordinario creador decaracteres. La persistente admiración que despierta Madame Bovary sedebe sin duda a que constituye un personaje literario excepcional. Alhechizo que ejerce la figura de la protagonista hay que añadir laperfección formal de la novela y la sabia combinación argumental derebeldía, violencia, melodrama y sexo, «los cuatro grandes ríos -comoapunta Mario Vargas Llosa- que bañan su vasta geografía». Un apéndicerecopilado por Consuelo Berges, traductora de la obra, reúne loscomentarios del autor a lo largo de los cuatro años de elaboración del manuscrito.