Ni el lirismo folclórico, ni un seco esquematismo etnológico puedenser el punto de partida adecuado para el estudio de ese rico mosaicode diversidades de todo tipo que constituyen los pueblos de laPenínsula Ibérica, sino que es precisamente ese entramado el que puede acercanos al origen del ser histórico y psicológico de los distintospueblos, que se proyecta sobre sus rasgos sociales, sobre lasconstantes de su vida espiritual a través del folclore, estructurafamiliar, usos y costumbres, arte e indumentaria.