María Callas, «la divina», la voz del siglo si sólo nos fuerapermitido elegir una, fue una niña que languidecía abrumada por lascarencias afectivas en un centro de acogida en Nueva York... GeorgesBrassens, un chico descarriado, debe a su profesor de
María Callas, «la divina», la voz del siglo si sólo nos fuerapermitido elegir una, fue una niña que languidecía abrumada por lascarencias afectivas en un centro de acogida en Nueva York... GeorgesBrassens, un chico descarriado, debe a su profesor de