Hernán quizá no fuera muy Cortés, pero sin duda era valiente. De niñono tenía ni para pipas, y pipa se lo pasó mientras trataba de hacerfortuna: se dejó una buena barba para ocultar las cicatrices de susduelos a espada, atravesó selvas y escaló volcanes, conquistó unimperio y lo volvió a perder. Y lo reconquistó. Y no se trataba de unimperio para andar por casa: le había hincado el diente al imperioazteca.
A partir de 9 años