CASTILLO, JOSE Mª / CASTILLO, JOSE MARIA
La preocupación y hasta la obsesión religiosa por el pecado hanimpedido tomar conciencia del problema más inmediato y urgente delsufrimiento humano. Y lo que es peor: la lucha misma contra el pecadoha causado a veces (y sigue causando) enormes sufrimientos a muchaspersonas. Pero lo importante es saber si el fundador del cristianismo, Jesús de Nazaret, concedió también ese mismo lugar al asunto delpecado. Por lo que cuentan los evangelios, parece claro que lo queverdaderamente preocupó a Jesús fue el sufrimiento de la gente y lafelicidad de los que peor lo pasan en la vida. Pero, entonces, ¿cómohabrá que entender los grandes temas teológicos de la cruz, de laredención y de la salvación? ¿A qué vino Jesús al mundo, a salvarnosdel pecado o a remediar nuestro sufrimiento? Y, en fin, ¿cómo habríaque reinterpretar la moral de la Iglesia?