Venir a morir aquí es un viaje pendular de ida y vuelta, delsilencio al silencio. En ese trayecto circular, sin embargo, el sujeto poético, la humanidad, no regresa nunca a un mismo sitio. Volver esconvertirse en alguien distinto: conservar las raíces, sí, tener lamisma savia, sí, pero ofrecer al fin un fruto que concentra toda laexistencia y que acaso aspira a entenderla.