Este teatro intensamente dialéctico logra una de sus obras mayores enUn soñador para un pueblo, que inició en 1958 el teatro histórico delautor. Vista desde hoy, la España de Carlos III que aquí se recreaaparece como el momento decisivo en que aflora definitivamente elenfrentamiento de fuerzas sociales e ideológicas que iba a dominar lahistoria del país hasta nuestros días.Luis Iglesias Feijoo,catedrático de Literatura Española de la Universidad de Santiago deCompostela y uno de los primeros especialistas en la obra de BueroVallejo, ofrece aquí una completa información sobre las fuentes que el dramaturgo utilizó para documentarse y ser fiel al espíritu de laépoca, a la vez que analiza la dimensión ideológica y artística de laobra.