ESPINOSA GONZALEZ, SERGIO CESAR
Todos los tiempos de la historia de la humanidad y de cada persona enparticular tienen su dosis de oscuridad, de confusión... De muchasmaneras los orantes expresan su deseo de claridad, y suelen saciarloescrutando la Palabra de Dios. Estas reflexiones buscan responder aese anhelo a fin de que la palabra proclamada cada domingo sea luzpara todos los creyentes: para aquellos que se acercan de manerapersonal o en grupo y también para aquellos que tienen la tarea depredicar a la asamblea congregada. "Somos hijos de la luz y del día,no somos de la noche ni de las tinieblas" (1 Tes 5,5).