A Shôhei siempre le han gustado los conejitos, le parecen mascotassupercuquis y achuchables. Por eso, cuando tiene la oportunidad detrabajar como voluntario en una tienda de animales, ni siquiera laalergia que sufre le echa atrás. Allí tiene por jefe a Mito, un chicoatento y amable que pronto se gana su corazón. Todo parece ir bienhasta que se interpone entre ellos Minato, ¡un tipo presuntuoso quemira por encima del hombro a Shôhei...