Vox ha irrumpido como un vendaval en la vida política española. Unoslos temen, otros los imitan y muchos se han entregado a seguir confervor a este partido.Por primera vez, su líder, Santiago Abascal, se ha prestado a laprueba de fuego de una confesión general. El texto recoge muchas horas de interrogatorio implacable por parte del escritor Fernando SánchezDragó. El resultado es un duelo sin cordones sanitarios ni líneasrojas trazadas por la corrección política. De todo se habla. Abascalno rehúye el bulto, dando respuesta así a muchos interrogantes. Desdela influencia de su padre a su paso por el PP, la crisis con esepartido y el empezar de cero, hasta el feminismo, el europeísmo, losinmigrantes, las autonomías, la familia, los impuestos, el aborto, lamili o el amor y el divorcio.Escrita desde el aquí y el ahora, esta obra nos desvela a la personaoculta detrás de las portadas y del clamor de los mítines.«Ésas son nuestras líneas rojas: la vida, la libertad y la unidad deEspaña. La última es tan importante como las otras dos. Hay quienesdicen que se podía resolver mediante un referéndum. Nosotros no loaceptamos. España no se puede suicidar», Santiago Abascal
Vox ha irrumpido como un vendaval en la vida política española. Unoslos temen, otros los imitan y muchos se han entregado a seguir confervor a este partido.Por primera vez, su líder, Santiago Abascal, se ha prestado a laprueba de fuego de una confesión general. El texto recoge muchas horas de interrogatorio implacable por parte del escritor Fernando SánchezDragó. El resultado es un duelo sin cordones sanitarios ni líneasrojas trazadas por la corrección política. De todo se habla. Abascalno rehúye el bulto, dando respuesta así a muchos interrogantes. Desdela influencia de su padre a su paso por el PP, la crisis con esepartido y el empezar de cero, hasta el feminismo, el europeísmo, losinmigrantes, las autonomías, la familia, los impuestos, el aborto, lamili o el amor y el divorcio.Escrita desde el aquí y el ahora, esta obra nos desvela a la personaoculta detrás de las portadas y del clamor de los mítines.«Ésas son nuestras líneas rojas: la vida, la libertad y la unidad deEspaña. La última es tan importante como las otras dos. Hay quienesdicen que se podía resolver mediante un referéndum. Nosotros no loaceptamos. España no se puede suicidar», Santiago Abascal