Con Persiguiendo el Sol, Richard Cohen firma el ensayo más completo yapasionante escrito hasta ahora sobre la estrella que nos da luz.Desde las torres de observación de los antiguos astrólogos griegos alos telescopios inmensos de los astrónomos solares de hoy en día, delos bailes rituales en Stonehenge para recibir el equinoccio alamanecer desde la cima del monte Fuji en pleno verano, viajamos conCohen "persiguiendo" el Sol alrededor del mundo. Con él, somostestigos de un eclipse en el hielo de la Antártida (cuando, según sedice, los pingüinos cantan), participamos en las ceremonias delsolsticio en el México azteca y el Perú incaico, despertamos en laoscuridad en la ciudad ártica de Tromsø, donde no hay ni un minuto desol durante dos meses cada año, visitamos un centro de investigaciónsolar en la zona más desértica de España para seguir viaje hasta elsantuario del observatorio del Papa en Castelgandolfo, a las afuerasde Roma. El viaje termina en la India, navegando por el Ganges paracontemplar las ceremonias del Sol al amanecer y el anochecer.Cohen, viajando al pasado y al futuro, nos introduce en el "ciclo demanchas solares" de la economía moderna, en los bailes hipnóticos delos guerreros sioux, en la historia de los relojes de sol y loscalendarios, en los muchos milagros que realizan cada año las avesmigratorias, los peces y otros animales, las más recientes las teorías del calentamiento global y los pronósticos de una "edad dorada" parael Sol de los mejores expertos del mundo. Averiguamos por qué Renoirelogió la luz que pintaba Matisse, cómo las abejas mueven el traseropara indicar la ruta del Sol a sus compañeros de trabajo, por quécuando estamos más lejos del Sol nos hallamos en la época más cálidadel año, o por qué Wagner odiaba el sol tanto como lo amaba Mozart.Una rica veta literaria recorre todo el libro, citando desde a Homerohasta a Dante y Nietzsche, Keats, Shelley y Whitman, pero sin olvidara Groucho Marx o Woody Allen. En Persiguiendo el Sol leemos lasreflexiones de maestros de la ciencia ficción como H. G. Wells yArthur C. Clarke. El Sol es el centro de nuestro universo: nuestrasvidas transcurren al ritmo de sus días y las estaciones. Como escribió Ray Bradbury, el Sol "era todos los horizontes, era todas lasdirecciones ... y solo el Sol sabe realmente lo que queremos saber, ysolo el Sol posee el secreto."