En la historia del socialismo, la simbología y los rituales han tenido una importancia decisiva como factores de cohesión y de creación deuna identidad. Un papel destacado lo ocuparon los mitos de origen, elculto a los fundadores y los ritos en torno a la muerte -oinmortalidad- de los dirigentes emblemáticos. Pablo Iglesias reunióesas tres funciones, lo que contribuyó a su "sacralización". Desde elinstante de su fallecimiento, se convirtió en un mito en la historiadel movimiento socialista. A esa conversión coadyuvó el carácter"civil sacralizado" y de Estado que tuvo su sepelio. La "unciónreligiosa" con que se revistió hasta en sus más mínimos detalles, asícomo su grandiosidad, convertido en un verdadero duelo nacional, y las "necrolatrías" de naturaleza hagiográfica que se escribieron,cooperaron a su deificación. Estas páginas se ocupan de explicar esaconstrucción mítica con el fin de perpetuarse en el tiempo, tanto enlos espacios públicos -dando su nombre a calles, plazas o centrosescolares- como en los privados, especialmente durante la SegundaRepública, cuando su emblema como sím