Esta es la nueva novela de Graham Swift, ganador del Booker conOltimos tragos, publicada por Anagrama. Los hermanos Luxton son losúltimos descendientes de una familia de campesinos en Devon,Inglaterra. El tradicional arraigo a la tierra y el patriotismo hanestado siempre presentes en la familia. Por ello cuando el más joven,Tom, cumple 18 años, decide huir del malestar en su casa y se enrolaen el ejército sin volver a entrar en contacto con su familia. Lanovela se inicia con imágenes de piras ardiendo de ganado sacrificadoy de la destrucción de las torres gemelas. ?No hay límite para lamaldad humana?, piensa Jack Luxton, sentado solo en la habitación desu cottage en la Isla de Wight, mientras contempla el camping bañadopor la lluvia que ha regentado durante los últimos diez años con sumujer Ellie. Jack acaba de regresar de la repatriación y el funeral de su hermano Tom. Ellie y Jack se han cruzado unas palabras terribles,desconocidas para el lector, y ella se ha marchado con su coche.Ahora, con una pistola cargada, él la espera.Esta es la nueva novelade Graham Swift, ganador del Booker con Oltimos tragos, publicada porAnagrama. Los hermanos Luxton son los últimos descendientes de unafamilia de campesinos en Devon, Inglaterra. El tradicional arraigo ala tierra y el patriotismo han estado siempre presentes en la familia. Por ello cuando el más joven, Tom, cumple 18 años, decide huir delmalestar en su casa y se enrola en el ejército sin volver a entrar encontacto con su familia. La novela se inicia con imágenes de pirasardiendo de ganado sacrificado y de la destrucción de las torresgemelas. ?No hay límite para la maldad humana?, piensa Jack Luxton,sentado solo en la habitación de su cottage en la Isla de Wight,mientras contempla el camping bañado por la lluvia que ha regentadodurante los últimos diez años con su mujer Ellie. Jack acaba deregresar de la repatriación y el funeral de su hermano Tom. Ellie yJack se han cruzado unas palabras terribles, desconocidas para ellector, y ella se ha marchado con su coche. Ahora, con una pistolacargada, él la espera.