La capital siempre guarda un atractivo especial para los jóvenes quequieren hacer algo en su vida, perseguir sus sueños. Mudarse a la gran metrópolis es su manera de tomar las riendas de su vida. Dos chicasmuy distintas llegan a Tokio: una de ellas, dulce y femenina, arrastra una larga serie de fracasos sentimentales, la otra, más madura ysegura de sí misma, ha sacrificado su amor por sus sueños. Parece quesólo tienen en común su nombre: Nana. Ai Yazawa ha conseguido plasmarfielmente la vida de las jóvenes mujeres de cualquier rincón delmundo, sin caer en sentimentalismos baratos ni tópicos manidos.