Diez años han trascurrido ya ,escribe el autor,, cómo pasala vida, de nuestro Ciencia para Nicolás, y he pensado que es un buenmomento para retomar el contacto. Yo sigo en lo mío, de profesor deciencias de Secundaria en los Escolapios de Tafalla, tratando dedemostrar a la gente joven como tú, además de los contenidos propiosde biología, geología, física y química, faltaría más, en qué consiste la ciencia, esa actividad humana que, y cito nuestro primer libro,nos proporciona una forma de pensar racional, que modifica nuestromundo a pasos agigantados y que, además, es bella [...]. La ciencia es el mejor método ,qué digo el mejor, el único del quedisponemos, para averiguar cómo es el mundo que nos rodea ytratar de descifrar la naturaleza . Hay ciencia en los hospitales y en las factorías, en los laboratorios y en las autopistas, en lasescuelas, institutos y universidades, en las centrales eléctricas y en los parques de atracciones, en los estadios y en el parlamento, enlos medios de comunicación y en las redes, en el espacio exterior y en los museos. Y también en el agua caliente de la ducha, en la cremahidratante, en tu ropa y tu calzado, en el microondas y el café conleche, en la puerta automática del ascensor, en el coche y lossemáforos, en tu portátil y tu smartphone, en la wifi y el GPS... Pero la ciencia no sólo se encuentra detrás de toda la tecnología quedisfrutas a diario. Es mucho más poderosa: configura tu manera depensar la realidad, de entender la vida y de enfrentarte a lanaturaleza, es parte esencial de tu equipaje cultural (del prólogo del Inés Rodríguez Hidalgo)