La subsistencia de las posiciones jurídicas activas y pasivas más allá de la muerte de su titular es de suma importancia, ya que constituyeuno de los pilares básicos justificativos de la sucesión mortis causaa juicio de la generalidad de la doctrina: a saber, la consecución del orden social y la seguridad del tráfico jurídico. A este respecto,singular relevancia asume la transmisión de las deudas en el fenómenosucesorio: las deudas de las que fuera titular el causante no seextinguen con su muerte (salvo las que excepcionalmente seanpersonalísimas), de modo que el heredero las hace suyas convirtiéndose así en el nuevo deudor de las mismas. Las deudas sobreviven a sudeudor, al margen de que su origen sea contractual, delictual o exlege, como exigencia básica de las economías modernas basadasfundamentalmente en el crédito. La perdurabilidad de los derechos decrédito más allá del fallecimiento del deudor es además la soluciónmás lógica desde un punto de vista práctico: es beneficioso para losacreedores, pues constituye la garantía más elemental para lasatisfacción de su derecho, y es igualmente ventajoso para losdeudores, ya que el acceso al mercado del crédito será mucho menoscostoso y más accesible. Es indudable, pues, que la transmisión de las deudas constituye uno de los elementos nucleares del fenómenosucesorio, ahora bien, ¿sobre qué bienes recae la responsabilidad para el pago de dichas deudas? ¿Únicamente los que forman parte del caudal relicto, o también los personales del heredero? ¿Se trata de dosmasas patrimoniales independientes que tras la aceptación de laherencia se confunden entre sí, o mantienen su autonomía? Y, ¿qué debe entenderse por deudas de la herencia a estos efectos? Se trata deinterrogantes ampliamente debatidos, que son clara manifestación de la multiplicidad de sujetos implicados en la sucesión, con complejosintereses que compiten entre sí. Todos estos intereses en juego debentenerse presentes a la hora de ofrecer una solución jurídica a losinterrogantes planteados y, en caso de colisión entre ellos, debequedar claro cuáles prevalecerán y en qué condiciones. Desde estaperspectiva, la presente obra centra su atención en el estudiocomparado de los principales sistemas de liquidación de deudas de laherencia existentes en Europa, para así determinar las ventajas ydesventajas de cada uno de ellos, en aras de aportar una respuesta deconjunto a las controvertidas cuestiones aludidas.