FUNKE, CORNELIA / FUNKE / MEYER
Ser princesa no es, ni mucho menos, tan estupendo como pueda parecer.En cualquier caso, a Isabella, la menor de tres hermanas, no legustaba nada eso de ir siempre con vestidos delicados y una corona enla cabeza dando vueltas sin hacer nada. Cómo iba a subirse a losárboles con esa pinta!«Las princesas no andan subiéndose a los árboles!», refunfuñaba elrey, su padre. Pero precisamente con su hija pequeña, seequivocaba.... Una historia divertida y entrañable que sin dudagustará tanto a los padres de las princesas como a las princesasmismas.