El cuarto y último título de la «Saga Prehistórica», tras Nublares, El Hijo de la Garza y El último cazador, vuelve a transportarnos deforma magistral, y a través de las aventuras de nuestros antepasados,a una época poco tratada por la literatura.«El lobo sabía más delhombre que el hombre del lobo. El lobo y el hombre se conocían desdehacía ocho inviernos. El niño había visto al cachorro con la lobacuando él aún caminaba entre mujeres. El lobato había cortado la pista del muchacho cuando todavía no había catado su primera pieza. Ahoralos dos dirigían sus manadas en la cacería.»En La mirada del lobo,Antonio Pérez Henares recrea de forma magistral y con gransensibilidad el momento prehistórico en el que los caminos del lobo,origen de los perros, y el hombre se cruzaron para siempre, creándoseentre ellos un vínculo de lealtad y amistad que perdura hasta laactualidad.