Corre el año del Señor de 1184 y en una Castilla próspera y en pazreinan don Alfonso, el VIII de su nombre, y doña Leonor de Inglaterra. Sería el momento de disfrutar de todo lo alcanzado si no fuera porque la reina no consigue alumbrar al heredero varón que dé continuidad ala dinastía. Tras dos partos desgraciados, Leonor, una extranjera en su propiacorte, se convence de que su desgracia es el castigo divino por elamor adúltero que mantiene el rey con Raquel, la hermosa judía deToledo. La reina, loca de celos e ira, urde una trama para librarse de su rival? Lo que no sabe es que la venganza siempre deja víctimasinesperadas.Así comienza una historia que abarca los treinta años más importantesde nuestra Edad Media, en los que los lazos con las cortes europeaseran más fuertes de lo que nos han contado, las rivalidades entre losreinos cristianos más enconadas de lo imaginable y en los que, trassiglos de lucha contra los musulmanes, aún estaba todo por decidir enla Reconquista. Peridis, que con Esperando al rey sedujo a decenas de miles delectores, demuestra que es un narrador extraordinario, con unacapacidad poco común de dotar de alma y vida a los personajes, tanfascinantes como desconocidos, de la crónica histórica.
Corre el año del Señor de 1184 y en una Castilla próspera y en pazreinan don Alfonso, el VIII de su nombre, y doña Leonor de Inglaterra. Sería el momento de disfrutar de todo lo alcanzado si no fuera porque la reina no consigue alumbrar al heredero varón que dé continuidad ala dinastía.
Tras dos partos desgraciados, Leonor, una extranjera en su propiacorte, se convence de que su desgracia es el castigo divino por elamor adúltero que mantiene el rey con Raquel, la hermosa judía deToledo. La reina, loca de celos e ira, urde una trama para librarse de su rival? Lo que no sabe es que la venganza siempre deja víctimasinesperadas.
Así comienza una historia que abarca los treinta años más importantesde nuestra Edad Media, en los que los lazos con las cortes europeaseran más fuertes de lo que nos han contado, las rivalidades entre losreinos cristianos más enconadas de lo imaginable y en los que, trassiglos de lucha contra los musulmanes, aún estaba todo por decidir enla Reconquista.
Peridis, que con Esperando al rey sedujo a decenas de miles delectores, demuestra que es un narrador extraordinario, con unacapacidad poco común de dotar de alma y vida a los personajes, tanfascinantes como desconocidos, de la crónica histórica.