Estamos acostumbrados a ser testigos de violencias extremas, torturas, violaciones y humillaciones en todas las formas del arte. A menudo la crueldad allí desplegada se nos presenta como espectáculo. Sinembargo, hay una crueldad que no satisface el morbo del espectador nicorteja sus valores, sino que lo confronta con sus hipocresías y susmiserias. Es ética en el sentido de que pretende una transformacióndel lector, aunque a veces tenga que agredirle para ello: no le ofrece certidumbres sino lo contrario. Este libro defiende una literaturacontraria a la cultura del espectáculo y a la asepsia posmoderna, unaliteratura que aborrece lo inocuo y lo complaciente. José Ovejeroilustra su propuesta teórica con una original exploración de novelasde Bataille, Canetti, Luis Martín-Santos, Cormac McCarthy, Onetti yJelinek, autores crueles cada uno a su manera. Después de leerlos, nose puede seguir viviendo como antes de hacerlo. Y lo mismo le sucederá a quien lea este ensayo.