Violentas y sensuales, estas historias componen un retrato de losadolescentes japoneses en los años cincuenta inmortalizados en su afán de rebelión inconsciente contra los códigos del antiguo Japón. Laobra de Ishihara es una radiografía del boom posbélico que da cuentade la inevitable caída de los valores tradicionales y del auge delmaterialismo en un mundo cada vez más acelerado.