Una novela provocadora, desternillante e incómoda sobre la identidadnacional, la identidad sexual y el pene de Hitler. Una joven alemanaresidente en Londres acude a la consulta de su médico, el doctorSeligman. Durante la visita empieza a hablar y sigue hablando y nopara de hablar... El resultado es un torrencial monólogo en el que lachica habla sin tapujos mientras el médico la examina y ella ve tansolo la parte superior de su cabeza.A medida que avanza el parlamento, el lector irá descubriendo que el doctor Seligman es judío y que lanarradora siente necesidad de sincerarse con él como alemana indignada por cómo manejan el pasado sus compatriotas. Esa indignación la llevó a poner tierra por medio, aunque ahora ha tenido que regresar por lamuerte de su abuelo. Pero la incomodidad que siente se extiendetambién a su condición de mujer, y su relato aborda asimismo los roles establecidos, la percepción que tiene de su cuerpo, la fuerza deldeseo, sus conflictos con la identidad y la sexualidad o las fantasías que recorren su mente. La joven habla también sobre la presenciaabrumadora de las madres o sobre las transformaciones físicasentendidas como reparación histórica, y se pierde en impagablesdivagaciones a propósito del pan alemán y su relación con el sexo oral o de los estrambóticos usos ?también sexuales? de la cola de unaardilla. Y así, hablando y hablando, se acabará desvelando elverdadero motivo de su visita médica...Un debut sin pelos en lalengua, que provoca la carcajada a la vez que incomoda por su tonovehemente y visceral, no muy alejado del de Thomas Bernhard, con elque la autora comparte contundencia y mala baba. En La cita, Katharina Volckmer retrata a una joven que realiza un mordaz ajuste de cuentascon la herencia recibida, con su género y consigo misma, y al hacerlologra un texto de lectura trepidante, de un humor subversivo y muynegro, que no deja a nadie indiferente.