Sin saber la extensión de la Herejía, Roboute Guilliman cumple lasórdenes cada vez más crípticas del Señor de la Guerra y regresa aUltramar para reclutar a su legión y combatir a los orkos que sereúnen en el sistema Veridian. Sin previo aviso, los supuestos aliados de la legión de los Portadores de la Palabra invaden Calth, dondedispersan la flota de los Ultramarines y aniquilan a todos los que seencuentran en su camino. Guilliman confirma sus peores sospechas:Lorgar está decidido a acabar de una vez por todas con la terriblerivalidad que hay entre ellos. Y cuando los traidores invocan a lasinfectas hordas de demonios y a todas las fuerzas del Caos, losUltramarines se ven abocados a una lucha en la que ninguno de losbandos podrá vencer.