Esta importante obra histórica está inspirada por un principio que leda una gran coherencia: la crítica a la famosa frase de la declaración de Balfour donde se preveía otorgar "una tierra sin pueblo a unpueblo sin tierra", es decir, una región supuestamente vacía dehabitantes e historia a unos emigrantes judíos procedentes, sobre todo en un primer momento, de múltiples diásporas europeas y a quienes, no obstante, se atribuye un derecho eterno y exclusivo al Eretz Israel.La claridad de la narración de los acontecimientos, personajes yfechas hace que el lector no especializado pueda situar sin problemaslas realidades expuestas en su marco temporal. Un cuadro cronológico,un glosario y unos mapas complementan muy oportunamente este libronecesario y sin equivalentes en la bibliografía en lengua española. El núcleo principal de la obra está constituido por los sucesos yrealidades políticas, sociales y culturales del siglo XIX, sobre todo, en sus tres últimas décadas. Es en este último siglo de la presenciaturca, el mandato británico, el acuerdo Sykes-Picot, la declaración de Balfour, la inmigración judía, la exclusión del territorio palestinodel principio de autodeterminación proclamado en los catorce puntosdel presidente Woodrow Wilson cuando se gestan y forman las realidades que determinan la situación actual del conflicto árabe-judío.Finalmente, merece la pena señalar que el libro, si bien se centra enel mundo árabe, tiene siempre en cuenta la presencia judía y cristiana en Tierra Santa, como lo demuestra el capítulo que analiza el sentido que tiene Palestina a lo largo de la historia para las tresculturas.