La novela se abre con un breve preludio en el que, al volver de unpaseo, el narrador, con gran dificultad, recoge «un magnífico cardo en flor de la especie que llamamos cardo tártaro». El cardo es ya elimplícito emblema de Hadjí Murat: Cuánta energía y vitalidad! Conqué tenacidad defendió su vida y qué cara la vendió! Hadjí Murat es la excepción más grandiosa del último Tolstoi, pues ahí el viejo chamánrivaliza con Shakespeare. La extraordinaria facultad de Shakespeare ala hora de dotar de una existencia exuberante incluso a los personajes más secundarios, a la hora de henchirlos de vida, es inteligentemente absorbida por Tolstoi. Todo el mundo en Hadjí Murat posee una vívidaindividualidad: Shamil, el zar Nicolás, Avdéiev, el desdichado soldado ruso muerto en una escaramuza o el príncipe Vorontsov, a quien HadjíMurat se entrega. El catálogo parece interminable, como en las obrasmayores de Shakespeare. Está también Vorontsov, jefe del ejércitoruso, y su edecán, Lorís-Mélikov, que se encarga de la custodia deHadjí Murat, así como Butler, un heroico oficial capaz de apreciar las cualidades del jefe tártaro.También resultan muy convincentes las dos mujeres más destaca das del relato: la princesa María Vasílievna,casada con el joven Vorontsov, y María Dimítrievna, la amante de unoficial de poco rango.Harold BloomLev Tolstoi(1828-1910)Nacido en Yásnaya Poliana, en el seno de una familia de la noblezarusa, quedó huérfano muy joven y se crió con sus tíos. Tras estudiaren San Petersburgo, se trasladó a Moscú, donde llevó una vida dedicada al juego, la bebida y las mujeres hasta que decidió entrar en elejército. Participó en la Guerra de Crimea y en la defensa deSebastopol, hasta que en 1856 abandonó el ejército. Pasó un tiempo enSan Petersburgo y, después, viajó por el extranjero hasta que regresóa su Yásnaya Poliana natal, donde se casó y acabó estableciéndose.Allí se dedicó a administrar sus tierras, creó escuelas para loscampesinos, se implicó en la emancipación de los siervos y, sobretodo, escribió sus grandes novelas: Guerra y paz, Anna Karénina yResurrección. Su calidad literaria traspasó rápidamente las fronterasy grandes escritores como Gustave Flaubert, Marcel Proust, VirginiaWoolf, James Joyce, Thomas Mann y Vladimir Nabokov, entre otros,manifestaron su admiración por el autor ruso.