Entre exactitudes a las que querrían agarrarse y nebulosas que noquieren nombrar, cuatro personajes son convocados para hablar de unode ellos, que también habla. ¿Versiones contradictorias? No.¿Complementarias? Bah. El mundo de En el café de la juventud perdidano es un mundo que se pueda recomponer. Tiene algo de Escenas de lavida bohemia, claro, pero el libro que más cita es Horizontesperdidos, la invención de Shangri-La, donde el tiempo se detiene.«Pero no merece la pena ir tan lejos», dice Louki, el centro de lanovela. «Me acuerdo de mis paseos nocturnos. Para mí, Montmartre erael Tíbet.» Y aun así, se esté donde se esté un lugar cartografiado,una «zona neutra», un número concreto de una calle concreta de París,salir de un sitio es siempre como salir de Shangri-La: entonces unoenvejece, muere.Luis MagrinyàIlustración de cubiertaLaura Agustí
Entre exactitudes a las que querrían agarrarse y nebulosas que no quieren nombrar, cuatro personajes son convocados para hablar de uno de ellos, que también habla. Versiones contradictorias? No. Complementarias? Bah. El mundo de En el café de la juventu