Molière, el mejor comediógrafo francés de todos los tiempos, estambién un maestro en el arte de mezclar lo cómico y lo dramático, yen obras tan complejas como Don Juan y Tartufo sugiere unasinquietantes perspectivas que van mucho más allá de lo que sueleofrecer una comedia. El tema que vincula las dos obras es el de lahipocresía como principio y motor de la sociedad. Si Molière hablasepor boca de don Juan, podría decir: «Nadie se avergüenza ya decomportarse así: la hipocresía es una moda. Y un vicio que está demoda viene a ser como una virtud. El mejor papel que se puededesempeñar en estos tiempos es el de hombre de bien. Y el profesar lahipocresía ofrece ventajas admirables. Es un arte cuya impostura serespeta siempre. Y, aunque se descubra, nadie se atreve a criticarla».