Los caminos de Axlin y Xein vuelven a cruzarse, pero ambos parecen estar más alejados que nunca. Ella trabaja en la biblioteca y sigue recopilando información para completar su bestiario, mientras investiga lo que parece una presencia anormal de monstruos dentro de los muros de la Ciudadela. Por otro lado, al intentar ayudar a su amigo Dex con un problema personal se verá envuelta en un conflicto que implica a varias familias aristocráticas de la ciudad vieja.
Xein, por su parte, se ha convertido en uno más de los Guardianes que protegen a los habitantes de la Ciudadela de los monstruos que los acechan. Su lealtad a la Guardia lo obliga a mantener sus nuevos conocimientos ocultos para el resto de la gente y especialmente para Axlin, lo cual levantará un nuevo muro entre los dos.
Todo ello causará conflictos entre ambos cada vez que vuelvan a encontrarse, pero también hará saltar chispas que arderán con más fuerza a causa de su pasado en común.