John Milton (1608-1674) ofreció a su público en 1671 un juego sutil de contrastes y de ecos entre «El Paraíso recobrado» y «Sansón Agonista» al agruparlos en un mismo volumen: un juego que conlleva seriasimplicaciones teológicas y políticas, que aún hoy puede continuar cada vez que ambos poemas se leen en paralelo.«El Paraíso recobrado» y «Sansón Agonista» proponen una reflexiónsobre dos modelos de virtud extraídos de las Sagradas Escrituras. Ladinámica psicológica de ambas obras es, sin embargo, opuesta: elCristo miltoniano de «El Paraíso recobrado» aparece en una posiciónmoral fija, estática, resistiendo a las tentaciones del intelecto y de la voluntad, Sansón avanza, en cambio, hacia una plena regeneraciónmoral desde la esperanza y la autoacusación. Ambas obras proyectanfinalmente a sus personajes, desde una situación de inacción, hacia la entrega activa a una causa espiritual y política, por mediosviolentos en Sansón y pacíficos en Cristo.Introducción. Texto y notasde «El Paraíso recobrado. Sansón Agonista».