La insistente voz de Miranda Priestly persigue a Andrea hasta ensueños: «¿An-dre-aaa?, An-dre-aaa!». ¿Es éste el trabajo con el quesoñaba al salir de la universidad? ¿Es éste el trabajo por el cualtiene que estar agradecida y sentirse tan afortunada? Sí, es la nuevaasistente personal de Miranda, la legendaria editora de la revistafemenina más glamourosa de Nueva York. Ella dicta la moda en el mundoentero. Millones de lectoras siguen fielmente sus recomendaciones, sus empleados y colaboradores la consideran un genio, los grandescreadores la temen. Todos, sin excepción, la veneran. Todos, menosAndrea, que no se deja engañar por este escaparate de diseño yfrivolidad.