TOBIAS, MAXIMO / TOBÍAS RUBIO, MÁXIMO JOSÉ
Su entusiasmo era tan evidente como contagioso. Su sonrisa, capaz deiluminar todo un estadio, se hizo famosa, y su naturalidad desarmaba a los periodistas más cínicos. Conectaba con los adultos como si fueran niños y con los niños de manera muy especial. Con el tiempo, Magicdemostró que tras su sonrisa latía el corazón de un campeón, unjugador cuyo empeño por la victoria no era inferior al de rivales máshoscos, como Larry Bird o Michael Jordan. Para él, el baloncesto eramás que un juego, y su disfrute no significaba que no le doliera laderrota ni ansiase la victoria hasta el extremo.