Jorge Manrique escribió en pleno siglo XV una breve obra poéticaajustada al canon de su tiempo, pero su fama universal se debe a lascélebres "Coplas a la muerte de su padre", sabia mezcla de sencillez y profundidad, de tradición y originalidad. Este elogio fúnebre delmaestre Rodrigo no solo es una cima de la lírica en castellano, sinoque su influencia y su prestigio se avivan con el tiempo. Si Lope deVega dijo que "merecían estar escritas en letras de oro", este librose propone contribuir a la difusión de las coplas manriqueñas,ilustradas por Jesús Herrero Marcos, un gran conocedor de laiconografía de la época.