BENEGAS MAR / BENEGAS ORTIZ, MAR
«íCómetelo todo!» tiene que escuchar por enésima vez ante el plato delentejas plantado delante de él en la mesa. De nada sirven susnegativas: «íNo me gusta! íNo tengo hambre! íNo puedo más!». Pero esta vez decide hacerles caso y, literalmente, comérselo TODO.A los peques les gusta tomar al pie de la letra a los mayores parallevarles la contraria o dejarlos en evidencia. Dejar volar laimaginación ante la inequívoca orden del «íCómetelo todo!» es unamanera de abordar con humor e ironía esta fuente de eternos yrepetidos conflictos.Un cuento sobre la eterna batalla de la comida, y la necesidad demedir mejor nuetraspalabras y, sobre todo, nuestras órdenes.Las coloridas ilustraciones nos acompañan por un viaje imaginariodonde el personaje se va comiendo todo lo que pilla a su paso, desdelos cubiertos y la nevera, a las casas y los planetas. Los marcas delos mordiscos de cada escena permiten un juego de búsqueda ydescubrimiento de los lugares visitados por nuestro niño hambriento.
«íCómetelo todo!» tiene que escuchar por enésima vez ante el plato delentejas plantado delante de él en la mesa. De nada sirven susnegativas: «íNo me gusta! íNo tengo hambre! íNo puedo más!». Pero esta vez decide hacerles caso y, literalmente, comérselo TODO.
A los peques les gusta tomar al pie de la letra a los mayores parallevarles la contraria o dejarlos en evidencia. Dejar volar laimaginación ante la inequívoca orden del «íCómetelo todo!» es unamanera de abordar con humor e ironía esta fuente de eternos yrepetidos conflictos.
Un cuento sobre la eterna batalla de la comida, y la necesidad demedir mejor nuetras
palabras y, sobre todo, nuestras órdenes.
Las coloridas ilustraciones nos acompañan por un viaje imaginariodonde el personaje se va comiendo todo lo que pilla a su paso, desdelos cubiertos y la nevera, a las casas y los planetas. Los marcas delos mordiscos de cada escena permiten un juego de búsqueda ydescubrimiento de los lugares visitados por nuestro niño hambriento.