Qué mejor forma de aprender el abecedario que jugar con las palabras.Una compañía de circo recorre estas páginas: cuatro contorsionistasconsiguen cualquier cosa, domadores de dinosaurios, gimnastas gruñonas o malabaristas miopes, entre otros muchos. Todos los personajes deben darse prisa para no perder el tren de la compañía. Y el circo alcompleto viaja hasta su destino.
En este libro todo es posible, la única regla la dicta el orden delabecedario.